Implantes dentales, fracasos y antibióticos alternativos: ¿hay conexión?
Un estudio demostró que sí, aunque todavía se especula con los motivos.
El estudio Dental implant failure rates in patients with self-reported allergy to penicillin afirmó que pacientes alérgicos a la penicilina sometidos a implantes dentales (y que emplearon otro tipo de antibiótico) demostraron una mayor tasa de fracaso en su tratamiento.
De acuerdo a Bagheri Zahra, uno de los autores de la publicación, ya se había documentado este fenómeno en otros trabajos. Así que su equipo y él buscaron indagar si el riesgo de falla se encuentra asociado con la alergia a la penicilina informada por el paciente y el antibiótico administrado.
El trabajo trató de un estudio retrospectivo de la revisión de expedientes de sujetos que se realizaron implantes dentales en la Facultad de Odontología de la Universidad de Nueva York (de donde proviene el equipo investigador).
Fueron incluidos aquellos sujetos que recibieron uno o más implantes dentales en dicha Facultad y que proporcionaron al menos un año de datos de seguimiento.
La muestra consistió de 838 pacientes. Entre ellos, 434 informaron tener alergia a la penicilina. También se incluyó una muestra aleatoria de 404 pacientes sin alergia.
A este último grupo se les administró amoxicilina, mientras que al resto se les prescribió antibióticos alternativos: clindamicina, azitromicina, ciprofloxacina o metronidazol.
“Los investigadores encontraron que los implantes dentales fallaron en el 17,1 % de los pacientes que reportaron alergia a la penicilina, en comparación con el 8,4 % de los pacientes sin alergia. Los pacientes que tomaron ciertos antibióticos además de la amoxicilina tenían muchas menos probabilidades de tener implantes dentales exitosos; la tasa de fracaso para los pacientes que tomaban clindamicina fue del 19,9 % y fue del 30,8% para la azitromicina”, relató la Universidad de Nueva York en un comunicado titulado Patients Reporting Penicillin Allergy Less Likely to Have Successful Dental Implants.
A esto, la Alta Casa de Estudios agregó que los pacientes alérgicos a la penicilina tenían más chances de experimentar un fracaso temprano del implante dental (menos de 6 meses) que aquellos sin alergia (más de 12 meses).
Aunque se desconoce el motivo por el cual los implantes dentales fallan en pacientes con alergia a la penicilina, los investigadores piensan que podría deberse a distintos factores. Entre ellos, se encuentran las reacciones al material utilizado en los implantes o la ineficacia de los antibióticos alternativos.
Otro punto del trabajo de Zahra y de sus colaboradores fue que las alergias a la penicilina se informan en exceso. El 90% de las personas que aducen tener alergia a la penicilina no son realmente alérgicas a la penicilina cuando se las testea para tal fin. Entonces, los especialistas recomiendan que se evalúe a los pacientes que dicen tener alergia a la penicilina para realmente confirmar si lo son.