Repensar la Endodoncia

Los avances de esta especialidad suponen un mayor bienestar del paciente y de la pericia en la práctica del profesional. Sin embargo, nos llaman a la reflexión sobre cómo emplearlos en la vida cotidiana, cómo se ajustarían a la realidad laboral y cómo se deberían formar a las nuevas generaciones.

Por el Dr. Carlos García Puente

Director de la Carrera de Especialización en Endodoncia de la Universidad Maimónides.

 

DR CARLOS GARCIA PUENTE

DR CARLOS GARCIA PUENTE

La Endodoncia es una de las áreas de la Odontología que más se ha desarrollado en los últimos años desde los aspectos científicos y tecnológicos.

Su realización ha sido siempre muy cuidadosa. Técnicamente es muy sensible en cada una de sus fases y dentro de estrictos protocolos.

Los principios básicos, si bien no difieren de los tradicionales, hoy están bien claros: evitar la contaminación, limpiar, conformar y sellar. Sin ellos es imposible lograr un tratamiento predecible con una supervivencia del 97 por ciento.

La Endodoncia es un campo tan apasionante: continuamente se ha estado perfeccionando mejores instrumentos y materiales para trabajar con excelencia dentro de los sistemas de conductos. Algunos ejemplos de este desarrollo son las limas, que eran fabricadas en acero inoxidable y por lo tanto poco flexibles. En la actualidad poseen una flexibilidad extrema de forma tal que permiten recorrer curvaturas extremas. Las radiografías convencionales que permitían intuir la anatomía, en la actualidad con los sistemas de tomografía CBCT vemos los detalles anatómicos en 3D con precisión.

Respecto a la magnificación, en Estados Unidos la Asociación Americana de Endodoncia (AAE) en el año 1998 impuso el uso obligatorio del microscopio para la enseñanza especializada en Endodoncia. En el año 2010, más del 90 por ciento de los endodoncistas activos de la AAE utilizaban el microscopio. Y para la próxima década se estima que la totalidad de los miembros lo tendrán en sus consultorios.

Las tecnologías y la bioingeniería han permitido entonces que podamos afrontar de forma predecible casos que antes eran difíciles de pronosticar o imposibles de tratar.

El endodoncista dispone hoy de todo un arsenal específico: medios diagnósticos, 3D CBCT, localizadores apicales, microscopio quirúrgico, motores rotatorios y oscilatorios, instrumentos mecanizados con tres tipos de metales, sistemas de irrigación de presión negativa, activación ultrasónica, sistemas de obturación, etc. Con todos ellos se tiene un campo de acción mucho más amplio.

Todos estos recursos tecnológicos impactan de lleno a la Endodoncia en tres aspectos, desde donde surgen los siguientes interrogantes:

En la práctica clínica: ¿cómo transferir y poder utilizar la nueva tecnología a la clínica diaria? ¿Se puede utilizar esta tecnología con los mismos protocolos clínicos que fueron desarrollados utilizando otros recursos? ¿Cuáles serían los cambios a realizar? ¿Serían necesarios entonces nuevos protocolos?

En el ejercicio profesional: ¿se deberían revisar y adecuar a esta nueva realidad los nomencladores, normas de trabajo y estructura de costos que fueron establecidos para otros protocolos y recursos?

Sobre los modelos educativos: ¿qué se debería enseñar hoy, tanto en el grado como en el postgrado? ¿No se sería necesario adecuar los programas, capacitar al recurso humano docente y equipar las universidades con la infraestructura tecnológica necesaria?

Quizás este sea el momento en que la profesión no ponga toda la atención en la carrera del lanzamiento continuo de nuevos recursos para afirmar lo que está científicamente probado y comenzar a responder algunas de las desafiantes preguntas que anteriormente se expusieron. Se debe “repensar la Endodoncia”
Dr. Carlos García Puente

Panorama Odontológico agradece al Dr. Carlos García Puente por la participación en esta nota.

INTERVENCIÓN

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CASO CLÍNICO

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CASO CLÍNICO 2

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