Radioterapia: recomendaciones para mantener la salud bucal

Este procedimiento es común para tratar patologías oncológicas. Cómo puede colaborar el odontólogo para cuidar la salud de la cavidad oral y así mejorar la calidad de vida del paciente en el ínterin.

La radioterapia es uno de los tratamientos habituales para el cáncer. Consiste en el empleo de radiaciones ionizantes que producen la muerte de células cancerígenas por diversos mecanismos. La dosis habitual para tratar enfermedades oncológicas suele ser de  entre 50 y 70 Gy (gray) de manera fraccionada.

Así todo, la radioterapia de cabeza y cuello puede ocasionar complicaciones agudas o crónicas en la cavidad oral. La profesora Desirée Abellán (asociada de la Universidad Internacional de Cataluña, España) numera las siguientes: mucositis, alteraciones del sentido del gusto, disminución del flujo salival o sequedad de boca, aumento de la incidencia de caries, trismo, infecciones orales, alteraciones del desarrollo dental en niños, la aparición a nivel tardío de osteorradionecrosis. También incluye la mucositis, halitosis, aparición de hongos y del trastorno de la afectación del gusto.

Por ello, esta especialista brinda algunas recomendaciones que enumeró en su artículo “Consejos para que la radioterapia no perjudique tu salud bucal” publicado en la Revista divulgativa de la Fundación SEPA de Periodoncia e Implantes Dentales.

Para antes de comenzar la radioterapia:

Lo primero que aconseja Abellán es llevar a cabo una interconsulta con el radioterapeuta para conocer la situación actual y el tratamiento al que va a ser sometido el paciente.

En segundo lugar, confeccionar una historia clínica detallada mediante exploración clínica y radiológica, evaluar el estado bucodental y anotar el tratamiento antineoplásico que recibirá el paciente, características del mismo, áreas irradiadas, radioterapia fraccionada y la dosis total que va a recibir.

También, si fuera necesario, valorar los niveles de saliva con una sialometría cuantitativa así como evaluar la distancia interincisal en máxima apertura.

Además, será necesario reforzar las medidas de higiene oral: cepillado diario tres veces al día con un dentífrico con alto contenido en flúor (2500ppm), utilización de herramientas de higiene interdental, tomar impresiones para la realización de cubetas individuales para aplicación de flúor tópico en gel durante 5 minutos una vez al día o para la fabricación de protectores intraorales plomados (que se utilizan en tratamientos de radioterapia intersticial).  

“Se deben evitar tratamientos irritantes para las mucosas, como los dentífricos con alto contenido en lauril sulfato sódico. La Clorhexidina se puede aplicar en gel cada 3 meses”, advierte Desirée Abellán.

Asimismo, la especialista sugiere la realización de los tratamientos conservadores que sean necesarios: limpieza de boca, raspados, obturaciones, endodoncias, sellados de fosas y fisuras en niños, pulir todos los márgenes afilados o rugosos, retocar las prótesis removibles para que no produzcan lesiones en la mucosa.

En el caso de necesitarse exodoncias o extracciones dentarias, deberán realizarse de 15 a 21 días antes de comenzar la radioterapia. Con mayor antelación deberán llevarse a cabo las exodoncias quirúrgicas, cirugía periodontal o preprotésica si hay infecciones previas o determinadas enfermedades como la diabetes. Al respecto, para Abellán “deberán ser atraumáticas y con cierre primario (puntos de sutura), tratando de regularizar previamente los rebordes óseos”.

 

Durante el tratamiento con radioterapia:

Durante esta etapa, la profesora Desirée Abellán recomienda evitar tratamientos invasivos, como las exodoncias.

En cuanto a mantener los hábitos de higiene indicados previos al tratamiento, es preferible realizarlos con cepillo de cerdas suaves, evitar las pastas mentoladas (se toleran peor) y usar colutorio antisépticos de Clorhexidina o suero salino, solución de bicarbonato sódico o mezcla de ambas.

La dieta se aconseja blanda y anticariogénica, eludir los alimentos azucarados y picantes y bebidas o enjuagues alcohólicos.

Es necesario suprimir el consumo de cigarrillos.

También, aconseja retirar las prótesis.

El profesional debe llevar a cabo el tratamiento de los efectos que puedan aparecer durante la radioterapia, como mucositis, sequedad de boca, alteración del gusto e infección por cándida.

Debe asegurar la protección de las glándulas salivales durante la irradiación con protectores plomados.

Finalmente, prevenir el trismo con ejercicios en casa para mantener la máxima apertura.

 

Después de la radioterapia:

Abellán considera necesaria la revisión bucodental completa para valoración y tratamiento de cualquier complicación crónica: cada mes en el primer semestre, cada 3 meses el primer año y cada 6 meses hasta que hayan pasado 3 años.

A los seis meses, recomienda realizar una ortopantomografía. Se revisarán los índices de placa y el estado periodontal.

Para reforzar la higiene oral, aplicar fluorizaciones y aplicar gel de Clorhexidina cada 3 meses.

También, aconseja evitar las exodoncias durante el primer año. “La endodoncia es el tratamiento de elección en muchos casos. Si fuese imprescindible; las extracciones deben ser atraumáticas e indicar uso de colutorio de Clorhexidina durante 15 días y dar cobertura antibiótica 48h antes hasta 7-15 días después. También se suele recomendar la utilización de oxígeno hiperbárico, ya que eleva los niveles y difusión del oxígeno, incrementando la síntesis de colágeno, angiogénesis y metabolismo óseo (20- 30 sesiones antes de la extracción y 10 sesiones después de haberse realizado)”, afirma la especialista.

Otra sugerencia es evitar el uso de prótesis completas o removibles en 3-6 meses y realizar posteriormente rebases (o rellenos con acondicionador de tejidos).

Asimismo, realizar ejercicios orales para el trismo y el tratamiento de efectos adversos orales que puedan aparecer durante el tratamiento de radioterapia.

Finalmente, diagnosticar precozmente posibles recaídas.

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