Promesas de los algoritmos y de la Periodontología de Precisión 

Recientemente se celebró el Congreso de la Periodoncia y la Salud Bucal, organizado por la Fundación SEPA de Periodoncia y la Federación Ibero Panamericana de Periodoncia (FIPP) en Sevilla (España). 

Allí se dieron lugar especialistas que abordaron temas como inteligencia artificial y modelos algorítmicos de predicción así como el enfoque etiológico y terapéutico de la periodontitis, entre otros temas. 

Uno de los más destacados fue la aplicación de la Medicina de Precisión a la Odontología. La doctora Alejandra Chaparro, moderadora en el Congreso, especialista en Periodoncia y profesora titular en la Universidad de los Andes (Santiago de Chile) advirtió que “en un futuro próximo debemos adoptar conceptos de Periodoncia de precisión, manejando la periodontitis proactivamente, pensando en el bienestar general los pacientes, diagnosticando de la forma más precoz posible”. 

Aunque aún falte para poder aplicarla en la práctica rutinaria, los principales progresos pueden encontrarse en el ámbito de la investigación con estudios de la determinación de la susceptibilidad individual a desarrollar una periodontitis. 

La doctora Elena Figuero, profesora titular de Periodoncia de la Facultad de Odontología de la Universidad Complutense de Madrid (UCM)), aseguró a Gaceta Dental que “el diagnóstico genético de precisión es una realidad en la investigación en Odontología, pero no lo es aún desde un punto de vista clínico”. No obstante, “el auge de este tipo de estudios en los últimos años refleja el alto interés de la comunidad científica odontológica para que esto sea una realidad clínica lo antes posible”, agregó.

Los pilares de la medicina (predicción, prevención, personalización y participación) también podrían aplicarse a la periodoncia en pos de la lucha contra la periodontitis. “Esto implica utilizar inteligencia artificial y modelos algorítmicos de predicción, junto con intervenciones tempranas y una participación activa del paciente para prevenir enfermedades o devolver la salud periodontal, así como emplear nuevos sistemas diagnósticos moleculares y tecnologías regenerativas predecibles que permitan regenerar los tejidos de soporte periodontales perdidos debido a la periodontitis”, analizó la doctora Chaparro a la publicación española citada. 

La periodontitis fue otro punto de atención durante el encuentro. Para redoblar los esfuerzos para educar y motivar a los pacientes a que logren una óptima salud periodontal, la doctora Chaparro recomendó “incluir la salud oral y periodontal en un plan de educación de salud como parte de la salud general y del bienestar completo de las personas, involucrando a los decisores en salud y concienciando a los pacientes sobre la relevancia de la salud oral en el contexto de su salud general (y no aisladamente)”. Esto se lograría al considerar a la enfermedad periodontal como una patología crónica no transmisible cuyos efectos repercuten en la salud oral y también sistémica de las personas. 

Otra cuestión que añadió al problema es que “solemos hacernos cargo de la enfermedad una vez ya establecida”. Para ello, se necesitaría abordar el problema en forma precoz y además guiarse por los dictados de una Periodoncia de Precisión.

Su colega, la doctora Elena Figuero, asevera que al día de hoy “no tenemos herramientas clínicas que sirvan para determinar el incremento en la susceptibilidad a la periodontitis, excepto, en aquellos pacientes que ya tienen un desorden genético sistémico diagnosticado, como el síndrome de Down, el síndrome de Papillon-Lefèvre o el síndrome de Ehlers-Danlos, que son quizás los más conocidos”. 

Empero, en personas sin desórdenes genéticos conocidos la probabilidad de desarrollar periodontitis estaría determinada por relación entre su microbiota periodontal y su respuesta inmune a las bacterias. La doctora Figuero recordó que, además, “esta relación entre la microbiota y la respuesta inmune se ve afectada por una serie de factores de riesgo ambientales modificables, como el tabaco y/o por factores de susceptibilidad genética (no modificables a día de hoy), que pueden alterar el equilibrio existente”.

Si bien se está generando evidencia científica para identificar cuáles son las alteraciones a nivel del ADN responsables de este aumento de la susceptibilidad y, “aunque sus resultados son prometedores, aún no pueden ser extrapolados a la práctica clínica diaria”, apuntó la profesora de la Universidad Complutense de Madrid. 

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