La bacteria oral Parvimonas micra quedó asociada al cáncer colorrectal

La bacteria Parvimonas micra, que conforma la flora normal de la cavidad oral, está asociada al cáncer colorrectal (CCR) cuando migra de su medioambiente subgingival al intestinal. Así lo descubrió un grupo de científicos españoles que la hallaron en los tumores y en las heces de los pacientes de CCR. 

“En este trabajo reciente encontramos la presencia de varias bacterias típicamente causantes de enfermedades orales en la boca, heces, en los tumores e, incluso, en los tejidos metastásicos de pacientes de CCR. Y, más específicamente, demostramos, mediante análisis genómico, que en concreto la bacteria Parvimonas micra viaja desde la cavidad subgingival hasta el colon y allí se adapta y promueve la tumorigénesis”, explicó la doctora Margarita Poza Domínguez, líder de esta investigación, a Gaceta Dental. 

También, agregó que pudo demostrar la existencia de clones de bacterias que se traslocaron de la cavidad bucal al intestino. 

La metodología empleada para arribar a estos resultados fue la  ultrasecuenciación NGS de muestras de diferente tipo (orales, tumorales, de heces, saliva, etc.) con la ayuda de técnicas avanzadas de culturómica de bacterias anaerobias asentadas en la cohorte de 100 pacientes de cáncer colorrectal (CCR).

“Hemos comprobado que esta bacteria, que forma parte de la flora normal de la cavidad oral, además de poder causar enfermedades periodontales en caso de disbiosis oral, aparece en el intestino, en los tumores y en las heces de los pacientes de CCR, mientras que no está presente en las heces de las personas sanas. Por lo que creemos que sería un buen biomarcador para detectar procesos de CCR de forma no invasiva”, aseguró Poza Domínguez (que también es profesora de la Universidade Da Coruña (España)) a la publicación española.

Gracias a estos resultados, en un futuro se podrá pensar en nuevas formas de prevención del cáncer colorrectal como la restauración del equilibrio microbiano de personas que presenten disbiosis. 

A su vez, abrirá la posibilidad a nuevos biomarcadores o bioindicadores como la determinación de microorganismos, a modo de diagnóstico menos invasivo y más precoz que la actual búsqueda de en sangre oculta en heces. 

Además, al estudiar el microbioma y los hábitos de los pacientes se podrá relacionar el estilo de vida con el desarrollo del CCR. 

“Asimismo, se avanzará en terapia personalizada donde el análisis genético y microbiano de cada individuo permitirá acoplar al tratamiento oncológico prebióticos, probióticos o posbióticos que modulen el microbioma o la erradicación de aquellos microorganismos perjudiciales mediante antibioterapia o fagoterapia”, añadió la doctora Margarita Poza Domínguez. 

Un factor que potenció a este estudio es su equipo multidisciplinario. En él participaron biólogos, ingenieros informáticos, médicos y varias instituciones que aúnan esfuerzos en simultáneo: Instituto de Investigación Biomédica (INIBIC) de la Universidad de A Coruña (UDC-CICA), CITIC-UDC, el Hospital Universitario de A Coruña (CHUAC), Grupo MeiGAbiome, la Clínica Dental Pardiñas de A Coruña y el equipo de Microbioma Oral del FISABIO (radicado en Valencia). También, conformó el espacio ideal para que algunos de sus integrantes pudieron desarrollar su tesis de doctorado.

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