Cuando los indicadores del estrés auxilian a la Periodoncia

 “El estrés psicosocial juega un papel importante en la enfermedad periodontal a través de vías biológicas y conductuales”,reconocen Wael Sabbah, Noha Gomaa, Aswathikutty Gireesh, integrantes del Dental Institute del King’s College London (Reino Unido). 

Con esta premisa, se embarcaron en un artículo de revisión sobre los estudios que relacionan el estrés y cómo el mismo afecta a los tejidos periodontales. 

En la enfermedad periodontal se conjugan una condición de patrón social, un componente de comportamiento individual y otro de origen genético (que aumenta la susceptibilidad a la enfermedad periodontal). 

“Ciertas afecciones sistémicas están implicadas en predisponer a las personas a la periodontitis; estas incluyen diabetes, leucemia y neutropenia adquirida, entre otros”, agrega el portal Intramed a propósito de un artículo sobre la investigación de Sabbah y sus colegas.

Los estresores psicológicos influyen en factores de riesgos conductuales de periodontitis y además afectan directamente a los tejidos periodontales. Esto fue demostrado en estudios en donde se asienta que las personas sometidas al estrés son más propensas a fumar y menos a cepillarse los dientes y visitar al odontólogo (determinantes importantes para las enfermedades periodontales). 

“Por otro lado, se ha demostrado que los factores de estrés tienen un impacto en el cuerpo, aumentando la susceptibilidad a la inflamación y afectando la respuesta inmune del huésped y los sistemas endocrinos”, consta el artículo de Intramed. 

A ello hay que agregarle que las condiciones sociales y de vida también generan estresores psicosociales y limitaciones materiales que determinan que las personas tengan comportamientos pocos saludables, no posean los recursos ni la motivación necesaria para el cuidado de su salud bucal y general. “Relacionado con esto está el vínculo entre el entorno social y la salud autopercibida y el locus de control de la salud, que a su vez afecta la capacidad de uno para cambiar los comportamientos nocivos”, concluye el sitio especializado.

Un concepto preponderante en el trabajo de Sabbah, Gomaa y Gireesh es el de “alostasis”, entendido como el cambio que adopta el organismo en su medio interno para enfrentar los desafíos y perturbaciones del exterior. Esto es posible gracias a la regulación de mecanismos fisiológicos para aumentar la eficiencia en el ambiente en el que se encuentra el sujeto, evitar los errores y minimizar los costos. Al contrario de la “homeostasis”, en la alostasis el valor inusual de un parámetro no es considerado una falla sino la respuesta a un mecanismo de adaptación. 

Así, los autores revisan los estudios que examinan la relación entre la carga alostática y los marcadores biológicos específicos del estrés por un lado y de las enfermedades periodontales por el otro. 

Uno de ellos es el de Bakri et al. Los pacientes con un nivel alto de proteína C reactiva y un puntaje alto en la Escala de Estrés Percibido al inicio del estudio tuvieron peores resultados periodontales que aquellos con niveles bajos de estrés. Sin embargo, un obstáculo en esta investigación fue el tamaño pequeño de la muestra. 

Otro caso citado fue el de un estudio con diseño longitudinal que buscó examinar la relación entre la periodontitis, la posición socioeconómica y la proteína C reactiva (como marcador del estrés). Empero, el problema que presentó fue haber medido la proteína C reactiva como la periodontitis al mismo tiempo. 

Casi el resto de los estudios emplearon datos de casos y controles o transversales. Se demostró una la asociación entre cortisol salival, interleucina-1beta, interleucina-6 y periodontitis. “Cabe señalar aquí que el cortisol salival es un marcador de estrés agudo y, por tanto, es difícil de determinar  una posible relación causal con la enfermedad periodontal”, recoge Intramed.

Otros dos estudios conocidos usaron una variable combinada de distintos marcadores biológicos como indicadores de carga alostática y emplearon datos de la Encuesta Nacional de Salud en diferentes oleadas.

Por su parte, Sabbah et al manejaron una variable agregada de siete biomarcadores de carga alostática como presión arterial alta, proteína C reactiva, circunferencia de la cintura, fibrinógeno, lipoproteína-colesterol de alta densidad, triglicéridos y glucosa plasmática. De esta forma, se buscó evaluar si el estrés indicado por la carga alostática mediaba la relación entre cada una de las cardiopatías periodontales e isquémicas y las condiciones socioeconómicas. Se arribó a la conclusión de que tal asociación existía y que los marcadores biológicos del estrés posiblemente medien la asociación entre los resultados de los estudios de salud y la posición socioeconómica.

Similarmente, Borrell y Crawford indicaron que las desigualdades étnicas en las enfermedades periodontales podrían explicarse a través de una variable combinada de carga alostática comprendida por creatinina, albúmina, nivel de colesterol total, nivel de hemocisteína, proteína C reactiva, triglicéridos, hemoglobina glucosilada, índice de masa corporal y presión arterial.

“Aunque estos 2 estudios utilizaron indicadores objetivos de estrés (carga alostática) y muestras grandes y representativas a nivel nacional de la población estadounidense, sus conclusiones no apoyan la temporalidad”, observa Intramed en su artículo Estrés, carga alostática y enfermedades periodontales. 

A modo de cierre, los doctores Wael Sabbah, Noha Gomaa, Aswathikutty Gireesh hacen hincapié en la importancia del empleo de la carga alostática aplicada a la periodoncia. “…Es potencialmente beneficioso para la periodoncia personalizada, ya que ayudará a orientar la intervención a niveles específicos de riesgo y ayudará a integrar las políticas de promoción de la salud oral y general”, concluyen en su estudio Stress, allostatic load, and periodontal diseases en Periodontology 2000.

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