Qué es el Síndrome de Sjögren primario
Esta patología afecta la calidad de vida de las personas por el cansancio discapacitante y la merma de la productividad laboral. Es una enfermedad autoinmune frecuente que, entre sus síntomas, se encuentra la sequedad bucal.
El Síndrome de Sjögren es una enfermedad autoinmune sistémica frecuente. Su mayor incidencia es a los 50 años, aproximadamente, y predomina en el sexo femenino. En esta enfermedad, el signo patognomónico es la exocrinopatía, hallable en el 80 por ciento de los pacientes.
El Síndrome puede aparecer solo o asociado con otras enfermedades autoinmunes específicas de ciertos órganos, como tiroiditis, cirrosis biliar primaria o colangitis. En estos casos se lo denomina síndrome de Sjögren primario. Cuando se asocia con otras enfermedades sistémicas autoinmunes, como artritis reumatoide, lupus eritematoso sistémico (LES), esclerodermia y dermatomiositis recibe el nombre de secundario.
Sus síntomas clásicos son la sequedad de la boca y los ojos, cansancio y dolor. Así todo, son las complicaciones sistémicas las que suelen aportar la pista diagnóstica. En estos casos, se debe interrogar a los pacientes sobre las manifestaciones de la enfermedad y la presencia de otras afecciones autoinmunes en los familiares.
Asimismo, se debe anticuerpos anti-SSA (frecuentemente asociados con anticuerpos contra el síndrome de Sjögren (anticuerpos anti SSB) ya que se hallan en dos tercios de los pacientes. En aproximadamente la mitad de los pacientes también se encuentra el factor reumatoide mientras que los anticuerpos contra el ADN de cadena doble (importantes en el diagnóstico del lupus eritematoso sistémico) están ausentes.
La biopsia de las glándulas salivales menores se recomienda para el diagnóstico de síndrome de Sjögren primario en ausencia de anticuerpos anti-SSA. Un especialista en medicina oral puede efectuar este procedimiento.
También, las mediciones de la sequedad ocular y la determinación de la velocidad del flujo salival no estimulado como la prueba de Schirmer puede ser realizada por cualquier médico con suficiente entrenamiento. Por su parte, la ecografía de las glándulas parótidas y submaxilares muestra múltiples zonas hipoecoicas o anecoicas.
Con un cuestionario administrado al paciente, se puede evaluar dos índices de actividad de la enfermedad en el síndrome de Sjögren primario: el ESSPRI (EULAR Sjögren’s Syndrome Patient Reported Index) es la media de tres escalas analógicas visuales que evalúan la sequedad de la boca y de los ojos, el cansancio y el dolor. El mismo fue elaborado por la European League against Rheumatism (EULAR).
En cuanto al tratamiento de la sequedad bucal, “la revisión sistemática de estudios clínicos aleatorizados mostró las ventajas de los agonistas muscarínicos (hidrocloruro de pilocarpina e hidrocloruro de cevimelina) en dosis de 5 mg cada 6 horas para el tratamiento de la sequedad oral y en menor grado la ocular. Conviene iniciar el tratamiento en forma escalonada para evitar el efecto colateral de sudoración”, indican los doctores Xavier Mariette y Lindsey Criswell, autores del trabajo “Primary Sjögren’s Syndrome” publicado en el New England Journal of Medicine.
Además, los autores recomiendan el examen dental periódico y la higiene oral para evitar la formación de caries y la enfermedad periodontal asociada con la xerostomía.
Dada la heterogeneidad de la enfermedad y los diferentes resultados de los ensayos terapéuticos, será necesario un enfoque más personalizado para lograr mejores resultados en pacientes con síndrome de Sjögren primario a largo plazo.