Plasma rico en plaquetas: ¿un nuevo aliado de la ortodoncia?

Aparecen más investigaciones sobre los beneficios de este plasma en los procedimientos para lograr la movilidad de los dientes.

Al aumentar la tasa de movimiento de los dientes aumenta también la actividad osteoclástica. Esto, a su vez, aumenta la reabsorción ósea. Este siempre fue el objetivo de los ortodoncistas. 

Así todo, técnicas como la corticotomía, la piezocisión y la microosteoperforación suelen provocar una inflamación traumática y una liberación local de citoquinas. 

Otros procedimientos suelen ser la inyección de agentes biomoduladores, medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y factores de crecimiento para imitar la respuesta inmunitaria del cuerpo para aumentar la producción local de osteoclastos. No obstante, los agentes biomoduladores pueden resultar dolorosos y pueden conllevar un riesgo de reacciones adversas locales. Asimismo, su administración repetida y una dosis efectiva desconocida son factores limitantes a la hora de emplearlos como opción terapéutica. Finalmente, los procedimientos quirúrgicos son los menos preferidos por los profesionales. 

Es por ello que un nuevo estudio de investigación buscó aplicar plasma rico en plaquetas (PRP) para mejorar la movilidad dental. Fue dirigido por Saraa L. Angel; Vilas D. Samrit; Om Prakash Kharbanda; Ritu Duggal; Vikas Kumar; Shyam S. Chauhan y Poonam Coshic y publicado en la revista The Angle Orthodoncist bajo el título Effects of submucosally administered platelet-rich plasma on the rate of tooth movement: A single-center, split-mouth, randomized controlled trial with clinical and biochemical analysis.

Como su nombre lo indica, el PRP es un plasma autólogo, que contiene una cuenta plaquetaria de alrededor de cinco veces mayor a la que se encuentra regularmente en la sangre. Además, constituye una fuente preparada de factores de crecimiento, proteasas, antiproteasas y mediadores inflamatorios. 

Sin embargo, la variación en la concentración de rendimiento, la velocidad y el tiempo de centrifugación, el método de activación y la eficacia funcional neta de los factores de crecimiento son factores que producen disparidades en cuanto a la acción del PRP. 

“Por lo tanto, la eficacia del PRP para inducir la inflamación que desencadena la acción osteoclastogénica que altera el metabolismo óseo no está bien establecida”, advirtieron los autores citados. 

Por su parte, el receptor activador del ligando del factor nuclear κb (RANKL) y la osteoprotegerina (OPG) son reguladores paracrinos del metabolismo óseo. El RANKL soluble (sRANKL) tiene un papel especialmente influyente en la osteoclastogénesis.18 La OPG contrarresta la actividad osteoclástica inducida por el RANKL de forma competitiva para mantener la homeostasis.

Dado que los estudios en modelos de animales y humanos escasean en información  sobre la concentración y la eficacia del PRP en el movimiento dental, los investigadores  se propusieron determinar los efectos del PRP autólogo inyectado por vía submucosa en la tasa de retracción del canino maxilar. También, buscaron estudiar su influencia en los niveles de OPG y sRANKL en el líquido crevicular gingival (GCF).

Como no había datos disponibles sobre los efectos del PRP en la tasa de movimiento dental en la población humana durante el comienzo del estudio, se empleó una muestra de 10 sujetos santos de entre 16 y 24 años de edad con dentición completa y buena salud periodontal.  Tenían protrusión bimaxilar o maloclusión Clase II división 1 y requerían extracción bilateral del primer premolar maxilar para la terapia de ortodoncia. 

La investigación se enfocó en lograr concentraciones de plaquetas de moderadas a altas para lograr una acción proinflamatoria. 

“Los resultados mostraron un aumento significativo del 35% del movimiento distal del canino maxilar durante el primer mes, que disminuyó al 14% al final del segundo mes. El aumento promedio en la tasa de retracción del canino maxilar fue de aproximadamente 27% durante 2 meses”, afirmó Angel y su equipo en su escrito. 

También, que casi el 90% de los pacientes informaron solo un dolor leve durante la inyección y a los 10 minutos posteriores manifestaron verbalmente encontrase casi normales. Solo uno refirió una sensación de pesadez leve el primer día de seguimiento. Estos datos contrastan con varios autores que reportaron dolor severo en los pacientes después de inyectar el plasma rico en plaquetas (PRP). 

Asimismo, ninguno de los pacientes notificó el consumo de AINE durante el período de prueba. Esto significó –indirectamente- la tolerabilidad de las inyecciones de PRP. 

Durante las visitas posteriores, se observó que la encía parecía completamente normal y sin cambios significativos. “Esto implicaba que la inyección submucosa de PRP era segura y bien tolerada con un mínimo de dolor e incomodidad”, infirieron los investigadores.

También advirtieron sobre algunas limitaciones de este estudio, como su pequeño tamaño de muestra con sexos combinados el periodo de observación de dos meses.

No obstante, les fue suficiente como para afirmar que la administración local del plasma rico en plaquetas aumentó “sinérgicamente” la tasa de movimiento dental después de la aplicación de la fuerza de ortodoncia. También, que disminuyó significativamente la OPG y aumentó los niveles de sRANKL en el GCF durante el período de estudio.

Así todo, el equipo concluye que para fortalecer su hipótesis de trabajo todavía restan estudios similares con un protocolo uniforme y un tamaño de muestra adecuado.

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