“La Prótesis Implanto Asistida no debe ser una decisión postquirúrgica, por el contrario es la prótesis elegida la que debe generar la propuesta quirúrgica” Entrevista Prof. Dr. Héctor Álvarez Cantoni

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El Dr. Héctor Álvarez Cantoni es profesor titular de la Cátedra de Clínica II de Operatoria y Prótesis de la Facultad de Odontología de la Universidad de Buenos Aires.

Es director de la Carrera de Prótesis Dentobucomaxilar y Rehabilitación Implantoasistida de la misma Universidad.  Además, es autor de dos libros de la especialidad y dictante de cursos en nuestro país y el exterior.

¿Cuál es la importancia del provisorio en prótesis implantoasistida?

Creemos que las restauraciones provisorias (RP) -que nadie duda son funcional y estéticamente necesarios en prótesis implanto asistida (PIA)- son imprescindibles en la  bioingeniería de tejidos. Decimos esto  porque cuando reconstruimos el reborde maxilar exiguo cumplen una función accesoria imprescindible sin la cual la reconstrucción es imposible. Protegen el área reconstruida de la acción mecánica de los alimentos,  de la presión de la lengua, del roce de  los tejidos blandos adyacentes e incluso de probables traumatismos accidentales.

Las RP son, para la cavidad bucal, lo que una férula de yeso para la fractura de un hueso largo. Evitan la movilidad del injerto ya sea particulado, en bloque, autólogo o  heterólogo porque si el sustrato injertado se mueve, nunca podrá calcificar a partir del aposicionamiento  de las moléculas de hidroxiapatita.

Resumiendo, en la cavidad bucal también se deben cumplir los requerimientos para que  cualquier fractura ósea logre su consolidación: “no infección”, “no movilidad”. De esta manera permiten que los biomateriales puedan ofrecer su capacidad de osteoconducción, osteopromoción u osteogénesis. Además, protegen la herida quirúrgica en la etapa cicatrizal o de cierre de los tejidos blandos.

Por ello en PIA cada vez nos esforzamos más por obtener provisorios estables y fijos para que protejan la evolución del reborde exiguo en reconstrucción.

La variedad de provisorios es tan amplia como el tipo de prótesis que existen y solo se diferencian de las prótesis definitivas en los materiales que se utilizan, nunca en el diseño:  el diseño de un provisorio no debe diferir en nada  de una restauración  definitiva.

 

Yendo al terreno protético ante una rehabilitación implanto asistida (PIA) ¿qué parámetros se debe tener en cuenta para decidir entre una prótesis fija, una híbrida y una sobre dentadura?

La PIA no debe ser una decisión postquirúrgica, por el contrario es la prótesis elegida  la que debe generar la propuesta quirúrgica. Aún más: ni siquiera es la prótesis la que manda, es la oclusión. Es decir, el encuentro con el antagonista determina las dimensiones de la prótesis y de allí en más decidiremos en función de las características morfológicas, biológicas, estéticas y sociales qué cirugía requiere el caso, en función de la PIA decidida para el caso.

Así:

  • Una sobredentadura generalmente no requerirá una reconstrucción de reborde.
  • Una prótesis híbrida necesitará más volumen óseo y más y mejor distribución de implantes.
  • Una reconstrucción de restauraciones fijas con una relación implante/corona, similar a la relación raíz/corona dentaria, requerirá una reconstrucción compleja  ya que en la mayoría de los casos necesitará mucho más volumen óseo, más cantidad de implantes y mejor capacidad de tejidos blandos.

Es más: la ansiada reconstrucción con PIA fija en desdentados anteriores con brechas amplias requiere de una sonrisa que no muestre la unión de la prótesis con los tejidos blandos. Por el contrario, en la mayoría de los casos con sonrisa gingival -es decir que muestran esta unión- hoy el recurso denominado biomimético es la mejor solución. Es decir, gracias a los nuevos materiales se agregan a la prótesis fijas tejidos gingivales confeccionados en cerámica o  resinas compuestas color “encía”.

 

¿Cuál considera será el desafío futuro en la especialidad?

Hablar de los desafíos  futuros me parece demasiado, podría cometer un pecado capital como es el de hacer futurología.

Sin embargo, me parece importante tener una visión diferente y decirle a la profesión, sobre todo a los más jóvenes, que hoy estamos haciendo rutinariamente técnicas que hace 10 años no imaginábamos y estamos investigando y ajustando protocolos de trabajo que hace 3 años pertenecían a un futuro lejano.

Sepan hoy que la odontología vive su mejor momento, que es una ciencia que está firmemente basada en la evidencia científica y en la experiencia clínica como nunca antes,  y que además su evolución ha impactado a sus pares universitarios y a la población toda. Para mi punto de vista, después de 44 años nunca fue más lindo ser dentista.

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