¿Cómo tratar el síndrome de la boca quemante?

Su etiopatogenia es oscura y afecta en su mayoría a mujeres de más de 60 años postmenopáusicas.

Sin una causa obvia, el síndrome de boca quemante (SBQ) se caracteriza por ser una afección oral crónica en la cual el paciente experimenta una sensación quemante de la mucosa oral. Factores psicológicos y neuropáticos parecerían estar implicados en su etipatogenia. No existe una cura para este trastorno, pero sí un tratamiento local o sistémico que alivia los síntomas y mejora la calidad de vida. Si se presenta como un caso refractario, la intervención psicológica o psiquiátrica puede ser una aliada.

El SBQ afecta a hombres y mujeres, pero es más frecuente en postmenopáusicas mayores de 60 años. Se lo asocia con circunstancias estresantes o el estado anímico alterado, con ansiedad o depresión. Sin embargo, es difícil establecer si estos síntomas son primarios o secundarios al trastorno. Factores psicogénicos así como ciertas alteraciones neuropáticas centrales y periféricas parecen desempeñar algún rol en la patogenia del trastorno.

La zona comúnmente afectada es la parte anterior de la lengua, seguida por la mucosa labial y en ocasiones el paladar. La sensación quemante puede estar acompañada de hormigueo o entumecimiento y sequedad bucal. Asimismo, 2 de cada 3 pacientes refieren disminución del sentido del gusto y sienten un sabor amargo o metálico a pesar de que la mucosa oral y el flujo salival son normales. 

“La sensación quemante es habitualmente simétrica y de intensidad moderada a severa; es mínima a la mañana temprano o durante las comidas y generalmente no perturba el sueño”, describen los doctores Mariano Marcolongo, Josefina Etchevers, Juan Andrés De Paula y Emilio Varela del Servicio de Gastroenterología del Hospital Italiano.

De acuerdo a estos especialistas, la terapéutica del SBQ se aborda de dos maneras:

-Tópica: el empleo de clonazepan (1 a 2 gotas tres veces al día de una solución de 2,5 mg/ml) disminuye la excitabilidad de las fibras nerviosas sensoriales y baja la intensidad del dolor. La capsaicina actuaría a través de un efecto bloqueante sobre la sustancia P, que se halla involucrada en la percepción del dolor. Empero, no suele emplearse por su mala tolerancia.

-Sistémica: un número significativo de pacientes aliviaron su sintomatología con antidepresivos tricíclicos a baja dosis (amitriptilina). Por otra parte, el ácido alfa lipoico (ácido tióctico), un potente antioxidante, se puede emplear en dosis de 600 mg diarios durante 30 días, solo o asociado con otros tratamientos en la terapéutica del SBQ. También, el anticonvulsivante gabapentina (empleado en el tratamiento de las neuropatías) también fue referido como beneficioso en el SBQ.

 

A pesar de estos tratamientos disponibles, todavía no se cuenta con suficiente evidencia para apoyar o desaprobar alguna de estas terapéuticas.

Finalmente, los doctores Marcolongo, Etchevers, De Paula y Varela alertan que “a veces algunos pacientes y también algunos médicos interpretan que el trastorno obedece a reflujo gastroesofágico y son tratados con antiácidos o inhibidores de la bomba de protones infructuosamente”.

Las observaciones de este grupo de especialistas se basan en la evidencia. A su vez, consideran que si bien el síndrome de boca quemante se trata de un trastorno (una alteración leve de la salud), “a los médicos suelen perturbarnos estas afecciones que no siendo graves alteran de sobremanera al paciente y representan un motivo frecuente de consulta”, concluyen.

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