La consulta odontológica como espacio para detectar la enfermedad celíaca
La enfermedad celíaca es una afección autoinmune que se manifiesta a través de la reacción a la ingesta de gluten en el intestino delgado. Puede manifestarse a nivel intestinal y también en distintas formas clínicas. Una de ellas es en la cavidad bucal. “En muchas ocasiones, los síntomas orales pueden ser las primeras o las únicas manifestaciones de la celiaquía en personas no diagnosticadas, por eso el papel del dentista es fundamental en la detección y tratamiento de esta enfermedad”, explicó el doctor Óscar Castro Reino, presidente del Consejo General de Dentistas de España, a Gaceta Dental.
Los síntomas de la celiaquía en la cavidad oral se manifiestan como:
-Xerostomía: la celiaquía provoca que el organismo produzca menos saliva y las personas sientan sequedad en la boca. Esta disminución provoca una alteración en las mucosas que las vuelve enrojecidas e irritadas; y hace que se conviertan en un blanco fácil para determinadas infecciones bacterias o víricas (por la disminución de proteínas defensivas).
-Hipoplasia del esmalte: es una afección que aparece antes de la erupción de los dientes y es causada por factores inmunitarios y nutricionales como la falta de calcio, ácido fólico y vitamina B. El esmalte dental es defectuoso, presenta rugosidades o surcos, manchas marrones, amarillentas o blanquecinas. Estos signos suelen aparecer en los incisivos superiores y en los primeros molares superiores.
-Caries: se relaciona con la sequedad bucal. El desequilibrio en la microbiota oral genera un gran aumento en el riesgo de caries y de enfermedad periodontal. La debilidad del esmalte dental también colabora en la propensión a desarrollar caries.
-Aftas bucales frecuentes: llagas de diferentes tamaños, normalmente dolorosas aparecen en la lengua, en el paladar blando y la mucosa de los carrillos. Esto se debe a la malabsorción de nutrientes como el hierro sérico, el ácido fólico y las vitaminas B5 y B12.
Otras manifestaciones de menor frecuencia son la glositis atrófica (inflamación de la lengua que produce ardor y escozor); queilitis angular (boqueras o lesiones o fisuras en la comisura de los labios); y lengua geográfica o glositis migratoria benigna (alteración inflamatoria que suele comenzar con una placa blanquecina que se va extendiendo hacia los bordes de la lengua, formando círculos y dibujos con la forma de un mapa geográfico).
Asimismo, algunos estudios sugieren una relación entre la enfermedad celíaca y el retraso en la erupción de dientes en niños.
Además de la dieta adecuada sin gluten, se recomienda reducir el consumo de productos ácidos o azucarados ya que promueven la erosión dental y la aparición de caries. Los productos frescos como la carne, el pescado, las frutas y las verduras generalmente pueden ingerirse sin problemas.
También, el doctor Castro Reino encomienda una higiene bucodental estricta que consiste en el cepillado de los dientes con pasta dentífrica fluorada en un lapso de dos minutos después de cada comida o bien por la mañana y por la noche como mínimo. De la misma manera se recomienda la higiene interdental con el uso de cepillo interdental y, bajo recomendación del odontólogo, un colutorio adecuado para el paciente (que no podrá sustituir al cepillado dental).
Finalmente, el presidente del Consejo General de Dentistas de España remarcó que “las visitas al dentista deben ser periódicas pues, como podemos ver, la enfermedad celiaca y la salud bucodental están estrechamente relacionadas. En este sentido, el dentista es clave por dos motivos: porque puede detectar los signos de esta enfermedad cuando todavía no ha sido diagnosticada y derivar al paciente al especialista para que lo confirme; y porque, una vez diagnosticada la celiaquía, el dentista podrá tratar de forma precoz cualquier afección relacionada con la enfermedad y mejorar así la calidad de vida del paciente”.