Estomatoneurosis: ¿es o se hace?. Síndrome de ardor bucal
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Panorama Odontológico entrevistó al Prof. Dr. Eduardo Ceccotti, Académico de Número de la Academia Nacional de Odontología, Profesor Titular de la Cátedra de Estomatología. Escuela de Odontología de la Universidad del Salvador, AOA. Docente Autorizado en el Área de Clínica Estomatológica, Facultad de Odontología de la Universidad de Buenos Aires. Prof. Consulto de la Sección Patología Bucal Instituto de Estudios Oncológicos, Fundación Maissa. Academia Nacional de Medicina.
¿Qué es el Síndrome de Ardor Bucal?
Es un padecimiento de frecuente consulta en Clínica Estomatológica, caracterizado fundamentalmente por sensación de ardor, dolor quemante en la boca. Se lo conoce también como estomatodinea, glosopirosis, estomatoneurosis, disestesia orofacial, o glosodinea.
¿En qué sector de la boca se localiza y en qué población se presenta con mayor frecuencia?
La localización lingual es la mas frecuente (80%). Le sigue labios, paladar, garganta, alvéolos inferiores, carrillos y piso de boca.
Aproximadamente el 1% de la población padece SAB en una relación mujer- varón de 10 a 1 .
¿Es muy común la consulta?
En nuestros registros ocupa el 7% del total de consultas. Estos pacientes, antes de llegar a nosotros suelen haber visitado a clínicos, otorrinolaringólogos, gastroenterólogos, dermatólogos etc.
¿Los pacientes presentan alguna característica especial?
Como dijimos, la mayoría son mujeres, postmenopáusicas o perimenopáusicas que llegan angustiadas con su padecimiento de larga evolución. Intentaron tratamientos variados con escaso éxito. Algunas relacionan el comienzo con tratamientos dentales, aunque rara vez con un evento estresante. Curiosamente no suelen despertarse de noche con el síntoma. A menudo concurren a la consulta con un pariente que certifica que en el ámbito familiar se “padece” junto al paciente, la falta de respuesta a las diferentes terapéuticas.
¿Hay diferentes tipos de SAB?
Se reconocen dos tipos: El SAB Primario o Verdadero, caracterizado por la ausencia de signos clínicos y serológicos, es decir la mucosa esta absolutamente sana y los análisis de rutina y específicos son normales, y el SAB Secundario en donde existen causas reconocibles que generan el ardor, como infecciones, erosiones, ulceraciones , úlceras, tumores, efectos secundarios de medicamentos, especialmente antihipertensivos inhibidores de la ECA, hipotiroidismo, etc.
¿Cómo se manifiesta el SAB Primario o Verdadero?
Hay tres tipos diferentes de presentación:
Tipo I: Sin ardor al despertar. Desarrollan el ardor durante el día. Empeoran al atardecer
Tipo II: Ardor al despertar y persiste todo el día
Tipo III: Ardor bucal en distintos momentos del día. Días sin ardor
El ardor se experimenta en lo profundo de la mucosa oral, en especial en la lengua
Es constante durante al menos 4 o 6 meses. Es continuo en todos o casi todos los días
Nunca empeora , pero se puede aliviar , al comer y beber. Pueden aparecer otros síntomas orales, como disgeusia y / o xerostomía,
Hay ausencia absoluta de otros signos clínicos.
¿Cual es la causa asociada a esta patología?
Actualmente los estudios están orientados hacia dos líneas de investigación:
a)Orientar el tratamiento del SAB como si fuera una neuropatía.
b)Considerar el SAB como un trastorno de origen emocional
¿En qué se basan las dos teorías?
Los que defienden el origen neuropático, es decir somático, se basan en estudios que demuestran una mejoría importante en pacientes que reciben tratamiento con ácido tioctico o lipoico. Se cree que ciertas enfermedades de los nervios son causadas al menos parcialmente por daño de radicales libres.
Gracias a su solubilidad combinada al agua y grasa, el ácido lipoico puede entrar a todas las partes de una célula nerviosa y potencialmente protegerla contra tal daño.
Este es el fundamento para estudios acerca de los potenciales beneficios del ácido lipoico para la neuropatía diabética y el Sindrome de Ardor Bucal
Del mismo modo opinan aquellos que sostienen que el clonazepan en forma tópica sobre la mucosa bucal, estimula el GABA( inhibidor de los receptores) bloqueando la exitación cortical en la neurotransmisón y aliviando el síntoma.
La acción de la capsaicina tópica también argumentaría a favor de la causa somática.
Los que apoyan el origen emocional se basan en que la mayoría de las pacientes con SAB presentan antecedentes de ansiedad y /o depresión, oncofobia, personalidad obsesiva, actitud hostil, reacciones emotivas con llanto e irritabilidad y menor deseo de socializarse. Mejoran con bajas dosis (0,25) de clonazepán, a pesar de que hay trabajos que describen SAB como efecto secundario de la droga .
Nuestra experiencia en el aspecto emocional como desencadenante del SAB nos muestra que en una gran mayoría de los casos, existen duelos no elaborados por los pacientes y una probada coincidencia entre el inicio de los síntomas y algún episodio estresante. Es de destacar que cuando se habla de duelos no siempre es la perdida de alguien sino problemas emocionales de diferentes tipos.
Apoyan la teoría emocional publicaciones que hablan de varones jóvenes que tuvieron contacto ocasional en lugares de diversión (solo besos con bailarinas, sin contacto sexual) y desarrollaron SAB , manifestando terror a tener SIDA a pesar de sus serologías negativas.
Hay publicaciones sobre vulvodinea y síndrome de boca quemante que demuestran desarrollarse sobre un gran componente emocional.
¿Cuál sería el tratamiento indicado para este padecimiento?
De acuerdo a la evidencia y siguiendo los trabajos de la revisión Cochrane podríamos decir que: El uso de la capsaicina es rechazada por los pacientes por sus desagradables efectos y la escasa respuesta. El ácido tioctico y el clonazepan sistémico y / o tópico son útiles para aliviar los síntomas de ardor.
La terapia cognitivo-conductal (Qué tengo que hacer para cambiar? y no: porqué me pasó esto?) resultó de utilidad.
La terapia de reemplazo hormonal, otros antidepresivos y analgésicos se mostraron ineficaces.
¿Qué recomendaciones podría dar a nuestros colegas ante un paciente con SAB?
Es indudable que aún son necesarios futuros estudios, a fin de brindar a los colegas una terapéutica definitivamente eficaz para tratar a los pacientes con este sindrome crónico y doloroso. Como quedó dicho, en la ultima década se ha avanzado algunos pasos en el manejo de esta patología. Una vez reconocido el SAB verdadero, el o la paciente necesita contención. En cada nueva consulta pone todas sus esperanzas de curación. Debemos escucharlo, dejar que nos cuente todo lo que quiera que sepamos. Tranquilizarlo y alejarle la idea oncofóbica que habitualmente lo acompaña. Eso solo, a veces, sirve y mucho. No hacerle perder el tiempo con estudios innecesarios. Hablar con su médico de cabecera para informarlo sobre nuestro diagnóstico y los diferentes manejos.
Tranquilizar también al pariente y a la familia ya que en general viven la angustia, a veces con culpa, por no poder ayudarlos.
Diría que debe ser un manejo en equipo: el odontólogo para mantener una boca saludable, el clínico para manejar los psicofármacos si fuera necesario, el psiquiatra o el psicólogo para la contención emocional, el estomatólogo para controlarlo regularmente y demostrarle que lo que padece no es desconocido, es molesto pero no grave, que puede mejorar y que tiene a quien recurrir cuando los síntomas arrecian.
Panorama Odontológico agradece al Prof. Dr. Eduardo Ceccotti por haber participado de la entrevista.