Cirugía para los trastornos de la ATM
Cuáles son los tratamientos quirúrgicos disponibles, sus precauciones y posibles complicaciones.
Existen técnicas quirúrgicas para mermar el dolor y mejorar el funcionamiento de la mandíbula. Sin embargo, entidades como el Instituto Nacional de Investigación Dental y Craneofacial (NIDCR, Estados Unidos) recomiendan primero intentar tratamientos más conservadores y no invasivos, como los analgésicos o los ejercicios de mandíbula, para tratar los trastornos de la articulación temporomandibular (ATM).
Uno de los motivos para considerar a las intervenciones quirúrgicas como último recurso radica en la falta de investigación sobre su seguridad y eficacia. De acuerdo al portal Odontologos.mx y a Medical News Today, estos procedimientos están asociados a riesgos de complicaciones que pueden incluir daño a estructuras adyacentes, infecciones y problemas de sangrado.
Las opciones quirúrgicas disponibles, según la Sociedad Estadounidense de Cirujanos de la ATM, son:
Artroscopia de ATM: a través de una microincisión se puede reparar el disco de la ATM o extraer un espolón óseo. Esta intervención es mínimamente invasiva, con lo cual habitualmente el paciente tiene el alta en el día y se estima que necesite uno o dos días de reposo en su domicilio.
Artrocentesis: en este procedimiento se enjuaga la articulación con líquido estéril para eliminar a cualquier desencadenante inflamatorio. Se emplean agujas que se insertan en la mandíbula. También es una cirugía mínimamente invasiva para la cual también es posible que el paciente necesite 1 o 2 días de reposo posteriores en el hogar.
Condilotomía modificada: se emplea para aumentar el espacio articular y así evitar que la mandíbula se bloquee. La recuperación tomaría al menos 2 a 3 semanas. El paciente puede tener alambres, bandas o férulas que sujetan la mandíbula en su lugar.
Cirugía de articulación abierta (artrotomía o artroplastia): se intenta reparar la articulación o el disco en su interior. Este procedimiento requiere anestesia general y hospitalización posterior por una noche; mientas que la recuperación total tiene lugar entre las 2 a 6 semanas.
Reemplazo de articulación: se indica para reemplazar partes de la ATM o toda la articulación con una prótesis para mejorar su función. Esta cirugía también requiere anestesia general, una estadía en el hospital durante la noche y un tiempo de curación similar al de la cirugía de articulación abierta.
En cuanto a esta última cirugía, el NIDCR advierte que puede causar dolor o daño permanente a la mandíbula y que el implante artificial puede romperse con el tiempo o no funcionar correctamente.
Finalmente, cabe aclarar que los tiempos de recuperación son estimativos y éstos pueden variar según el paciente. Lo recomendable es no apresurar el proceso de recuperación, que el paciente siga todas las instrucciones postoperatorias y que no ingiera alimentos sólidos y duros hasta que el profesional no los indique.