Covid19: del PCR a los kits de autoevaluación
En el mundo no hay un estándar aceptado para las pruebas de detección de anticuerpos para coronavirus. Esto significa que cada gobierno las evalúa de acuerdo a su propio criterio. ¿Cuáles son los métodos de detección disponibles y qué tan confiables son?
Un paciente recuperado de covid-19 puede generar anticuerpos asociados a esta enfermedad. En este concepto la comunidad científica pareciera estar de acuerdo. El problema radica en cómo se detectan dichos anticuerpos dado la oferta de pruebas diseñadas para tal fin que se encuentra disponible en el mercado mundial.
Más aún, algunas de estas pruebas no son precisas y los anticuerpos pueden desaparecer de la sangre con el tiempo y en forma gradual.
En la actualidad, existen dos métodos de hallazgo de anticuerpos de covid-19 en sangre: la mencionada detección de anticuerpos y la prueba estándar de reacción en cadena de la polimerasa (PCR). Esta última detecta la presencia de ARN viral en la nariz o en la garganta y así revela si el paciente tiene el virus. Sin embargo, la recolección y el análisis de la muestra puede demorar un día o dos (lo que también supone un mayor costo).
En cuanto a las pruebas de laboratorio, todavía no se encontraron tests que cumplan en un 100 por ciento con la calidad de sensibilidad (la comprobación de anticuerpos en sangre) y la especificidad (la detección de un tipo particular de anticuerpo) en conjunto. Sin embargo, hay compañías farmacéuticas que lograron ya el 100 por ciento de especificidad y valores altos de sensibilidad (entre el 87 y el 93.4 por ciento).
Para un resultado más rápido y más accesible en lo pecuniario, están disponibles las pruebas de anticuerpos en sangre de autocomprobación.
“Los kits de autoevaluación son como en el ‘salvaje oeste’”, afirma el periodista Chris Baraniuk, autor del artículo “Covid-19 antibody tests: a briefing” publicado en British Medical Journal (BMJ) y citado por el portal Intramed. Similarmente a lo que realizan los test de embarazo, estas pruebas solo muestran positivo o negativo como resultado sin más detalles.
“Dependiendo de cómo el fabricante configuró la prueba, las personas podrían obtener un resultado negativo a pesar de que tienen una pequeña cantidad de anticuerpos Covid-19 en la sangre, pero no lo suficiente como para superar el umbral del kit de prueba y activar el indicador ‘positivo’”, explica Baraniuk. También, agrega que el usuario no siempre tiene el cuidado y la precisión de colocar una gota de sangre en el cartucho de la prueba como corresponde.
Como también ocurre con un test de embarazo, “un resultado positivo debe verse como un aviso para más pruebas y confirmación, y un resultado negativo no significa que la persona nunca haya tenido el virus”, concluye el periodista.
¿Por qué las personas acuden a este tipo de pruebas? Porque buscan una certeza sobre su salud. No obstante, “el problema con las pruebas individuales es que no pueden darles eso”, sentencia el profesor Simon Clarke (asociado de Microbiología de la Universidad de Reading, Gran Bretaña), citado por Chris Baraniuk en su artículo.
Diversidad de la microbiota oral en adultos y niños
En Estados Unidos, un grupo de científicos de un museo y de diversas universidades tomaron muestras a los visitantes para llevar a cabo esta investigación sobre microbiota oral. Los resultados entre jóvenes, adultos, niños y hasta familias.
El estudio Patterns of Oral Microbiota Diversity in Adults and Children: A Crowdsourced Population Study y publicado en Scientific Reports fue realizado en la Universidad Estatal de Colorado (su sigla: CSU, Estados Unidos) por Zach Burcham, investigador postdoctoral, el laboratorio de investigación de la profesora asociada Jessica Metcalf (Departamento de Ciencias Animales y miembro de la Red de Microbiomas de la CSU) y el equipo de investigación de Nicole Garneau (Laboratorio de la Genética del Gusto del Museo de Naturaleza y Ciencia Denver, Denver, Colorado).
El mismo buscó determinar si las sospechas previas de asociaciones de microbiomas orales con la demografía, el estilo de vida y la genética de un individuo son sólidas y lo suficientemente generalizables para ser detectado dentro de una población general. ¿Cómo lo hicieron?
En 2015, Garneau y su equipo recolectaron células de las mejillas de 366 individuos: 181 adultos y 185 jóvenes de 8 a 17 años quienes, además, respondieron a preguntas sobre su demografía, estilo de vida y hábitos de salud. La muestra y el cuestionario tuvieron lugar en el Museo de Naturaleza y Ciencia Denver (Colorado) ya que los sujetos del estudio eran visitantes ocasionales en el día en que se recogieron los datos. Las muestras y los consentimientos informados estuvieron a cargo de un grupo de científicos ciudadanos voluntarios que fueron capacitados para utilizar los hisopos grandes.
«Nuestro estudio también mostró que el crowdsourcing y el uso de científicos de la comunidad pueden ser una muy buena manera de obtener este tipo de datos, sin tener que usar estudios grandes y de casos controlados», comentó Burcham, autor principal del artículo.
Burchman y su equipo secuenciaron el ADN microbiano a través de herramientas sofisticadas. También los apoyaron científicos del grupo de Rob Knight en la Universidad de California en San Diego y un equipo de nutrición de la Universidad Estatal de Michigan con su experiencia en la importancia de las relaciones infantiles y maternas.
En líneas generales, los datos revelaron que los hábitos de salud oral afectan a las comunidades de las bacterias de la boca. Más específicamente, las conclusiones fueron:
-Aquellas personas que empleaban hilo dental tenían menor diversidad microbiana en la cavidad oral en comparación a los que no lo utilizaban. Probablemente, la causa sería la eliminación física de bacterias que podrían ocasionar inflamación o enfermedad.
-Se encontró una diversidad microbiana general más baja y Treponema (causante de la enfermedad periodontal) en la boca de los sujetos que acudieron al dentista en los últimos tres meses (frente a quienes no habían concurrido en los últimos 12 meses). La población más joven tendió a visitar al odontólogo en forma más reciente que los adultos. Como en el punto anterior, los investigadores apuntan a que la limpieza dental pudo haber eliminado los taxones bacterianos más raros.
-Los microbiomas juveniles eran diferentes entre hombres y mujeres y según el peso. Los niños considerados obesos según sus índices de masa corporal tenían microbiomas distintos (a los que tenían un peso adecuado). También, tendían a poseer niveles más altos de Treponema, el mismo patógeno encontrado en adultos que no visitaron al odontólogo en más de un año. Aquí se observó un vínculo posible entre la obesidad infantil y la enfermedad periodontal.
-Los microbiomas de los sujetos más jóvenes y en su mayoría entre 8 a 9 años tenían más diversidad que los de los adultos. Los microbiomas adultos varían más de persona a persona. Esto puede deberse a que los entornos y las dietas de los adultos son más amplios que los niños.
-Los individuos que vivían en el mismo hogar compartían microbiomas orales similares.
«Cuando observas a las familias que viven juntas, descubres que comparten más de esos taxones raros, las bacterias que no se encuentran con tanta frecuencia en las abundancias más altas», observó Burcham y concluyó que «nuestras vidas son esencialmente impulsadas por nuestros microbiomas y afectadas por nuestros microbiomas, es interesante sin importar qué sistema estemos mirando».