Los microorganismos orales responden de manera individual al consumo de alcohol y tabaco

Hábitos, consumo y salud bucal

 

Así lo comprobaron investigadores españoles, que observaron cómo estas sustancias aumentan  el riesgo de infecciones por hongos y elevan el nivel de una bacteria patogénica de la caries.

 

Un estudio realizado por la Universidad CEU-UCH de Valencia confirma que el alcohol y el tabaco -unidos a otras causas- alteran la microflora oral y así pueden facilitar o acelerar los procesos de caries e infecciones bucales.

A esta conclusión arribó la doctora y profesora Verónica Veses y su equipo de investigación del Grupo en Microbiología Oral de dicho centro a través de un estudio que llevó a cabo en la Clínica Odontológica Universitaria CEU Cardenal Herrera.

Allí se invitó a los pacientes adultos a participar. Primeramente, tuvieron que cumplir con los criterios de selección y firmar el consentimiento informado. Luego, llenaron un cuestionario sobre hábitos dietéticos y de higiene oral y se les tomó una muestra de saliva para su posterior análisis. De esta forma, 105 sujetos que fueron clasificados en tres grupos en función del consumo de alcohol, tabaco y cafeína: no consumidores, consumo medio y consumo alto.

 “En principio, con nuestro estudio hemos detectado que el alcohol genera desequilibrios en los niveles de la bacteria Streptococcusmutans, relacionada con el inicio y desarrollo de la caries, mientras que el tabaco aumenta el riesgo de infecciones por hongos en la mucosa oral”, afirmó la doctora Veses a la publicación española Gaceta Dental.

En la investigación se evaluaron los niveles de de streptococos del grupo mutans, lactobacilos, y hongos de las especies Candidaalbicans, Candidakrusei y Candidatropicalis.

“Hemos detectado que solo los niveles de microorganismos patógenos oportunistas se ven modificados por el consumo de alcohol y tabaco, mientras que las especies comensales no se ven modificadas”, agrega Veses. Inclusive, apuntó a que los microorganismos orales responden de manera individual al consumo de alcohol y tabaco, hecho que definió como el principal hallazgo de la investigación.

“Estudios anteriores muestran que en pacientes con patologías previas los niveles de microorganismos orales están desequilibrados. Nosotros hemos demostrado que el consumo de estimulantes habituales también puede producir un desequilibrio en pacientes sanos, sin patologías previas. Adicionalmente, hemos mostrado que los desequilibrios están correlacionados con el nivel de consumo”, explica a modo de conclusión.

Y para prevenir los efectos indeseados de estos patógenos, la doctora Verónica Veses sugiere moderar el consumo de alcohol y tabaco, especialmente en pacientes con riesgo de infecciones orales (trasplantados de órganos sólidos, diabéticos e inmunodeprimidos). Una vez más, todo apunta a observar las buenas prácticas de higiene y alimentación.

 

*Publicado en Revista Gaceta Dental, 4 de enero de 2017

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